"La imagen-tiempo no suprime a la imagen-movimiento, sino que invierte la relación de subordinación. El tiempo deja de ser el número o la medida del movimiento, es decir una representación indirecta, y el movimiento no es ahora sino la consecuencia de una presentación directa del tiempo: por eso mismo es un falso movimiento, algo así como un falso empalme. El falso empalme es un ejemplo de "corte irracional". Y, mientras que el cine del movimiento efectúa encadenamientos de imágenes por cortes racionales, el cine del tiempo procede a reencadenamientos sobre corte irracional (especialmente entre la imagen sonora y la imagen visual). Es un error decir que la imagen cinematográfica está forzosamente en presente. La imagen-tiempo directa no está en presente, como tampoco es recuerdo. Más bien rompe con la sucesión empírica tanto como con la memoria psicológica, y se eleva a un orden o a una serie del tiempo (Welles, Resnais, Godard,…). Estos signos de tiempo son inseparables de signos de pensamiento y de signos de palabra. Pero ¿cómo se presenta el pensamiento en el cine? ¿Cuáles son los actos de palabra específicamente cinematográficos?"
G. Deleuze en La imagen-tiempo
Bajar Estudios sobre Cine (2 tomos)
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