miércoles, 24 de octubre de 2012

“Movimientos de emancipación humana: la revolución micropolítica” Presentación en Jornada del Centro Félix Guattari, 29 Setiembre 2012


Esta presentación que pretendo hacer el día de hoy, es un recorte de un trabajo que estoy escribiendo, que espero sea mucho más largo y complejo que se llama “Movimientos de emancipación humana: la revolución micropolítica”, que toma como eje mi experiencia como activista del Movimiento Zeitgeist fundamentalmente, y hoy también lo pienso conectar con lo que se está produciendo y lo que estoy aprendiendo en el Centro Félix Guattari, ambos dentro la propuesta que Guattari llamó “Ecosofía”, que es la razón fundamental por la que hoy estoy aquí, y eso es: el cambio de paradigma socio-económico-político-cultural de nuestra sociedad.
Como es imposible que pueda presentar en estas jornadas del CFG este trabajo ya que es algo a largo plazo, que requiere de más tiempo, porque va a incluir diversas experiencias, miradas y reflexiones respecto de los movimientos de emancipación humanos relacionados con el MZ y con el esquizoanálisis, y esto es así porque para mi ambos son completamente complementarios en tanto que los entiendo dentro de un mismo momento y comparten ciertas características de las críticas y análisis del sistema capitalista, a su vez que propuestas concretas, la búsqueda de alternativas reales o posibles a esta forma de vida que hemos naturalizado tanto.
Una de las grandes tareas es, desnaturalizar justamente, lo que hemos construido, y por ende, es un fuerte cuestionamiento del paradigma imperante, y la necesidad es la de transformarlo en las prácticas de la vida cotidiana y con la creación de colectivos y proyectos concretos que apunten en este sentido, no desde las estructuras viejas conocidas de poder, sino desde los espacios más micro, o moleculares, introduciéndose en las fisuras del sistema para generar ciertos cambios.

Hay una frase que la voy a decir para abrir un poco la temática, y es: La libertad es creación. La idea es que se la queden pensando, y después comenzará a tener sentido, a medida que se vayan desplegando las ideas que quiero presentar hoy.

Existen dos conceptos fundamentales a la hora de pensar sobre los procesos colectivos de producción deseantes como pueden ser los que se desplieguen aquí en el Centro Félix Guattari o en el Movimiento Zeitgeist o cualquier agrupación que pretenda llevar adelante semejante tarea micropolítica, son los conceptos que muy bien trabaja Baremblitt de autoanálisis y autogestión, y es algo que hoy tenemos que pensar entre todos aquí.
¿Por qué es importante el autoanálisis? Pienso que es fundamental poder trabajar sobre la implicación, sobre los afectos y pensamientos que se producen en ese entramado de vínculos. Observarme, visualizarme en los espacios de la vida cotidiana, en mis tareas, vínculos, actividades en general. El autoanálisis no será solo individual, una parte es esa, mirarme, conocerme, analizar mi implicación, y por otro lado, también los grupos, los colectivos, los movimientos, pueden incluso diría que deben realizar este ejercicio, autoanalizarse, mirarse, pensarse, buscar comprenderse, permite posicionarnos frente a lo que hacemos de otra manera, ver lo que nos potencia, lo que nos limita, entender las resistencias, los mecanismos de funcionamiento, para poder trabajar sobre ellos y así transformarlos y modificarlos en función de lo que nos propongamos hacer para fortalecer y potenciar además el proceso de producción colectivo, al tener una mirada que permita un entendimiento de cómo funcionamos, de lo que nos motiva, lo que nos interesa, lo que queremos hacer, eso va a posibilitar aún más que esa producción sea más potente, trabajando siempre en el plano de lo posible, infinito, múltiple, de los procesos productivos deseantes.

En cuanto a la autogestión, diría que es la hermana gemela del autoanálisis, una no puede existir sin la otra. Para que los grados de autogestión de un colectivo aumenten, entonces, es fundamental, que ese colectivo trabaje sobre sí mismo, en función del contexto social que lo define, en tanto, ese deseo no es individual o personal, sino que está en relación a una cultura, una sociedad, a la realidad en que vivimos.
Autogestión y autoanálisis, no son separables. ¿Por qué es fundamental aumentar los grados de autogestión de un colectivo o agrupación, o de uno mismo en la vida cotidiana? Por que la autogestión es la capacidad que tenemos de organizarnos, de movernos por lo que queremos, sin esperar que alguien lo haga por mi, rompiendo el modelo estatal, parental, y para eso nos podemos preguntar: ¿para qué nos agrupamos? ¿Cuál es la tarea que vamos a realizar? ¿Cómo la vamos a realizar? ¿Cuáles son nuestras potencias y limitaciones? ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Qué nos conecta? ¿Qué nos mueve? Y más etcéteras…Estas preguntas abren casi obligatoriamente la necesidad de autoproducción del colectivo, en este caso el CFG, que se piensa a si mismo, el cual debería intentar responder la pregunta hacia dónde vamos, y para qué, y sobre todo cómo vamos a ir haciendo lo que nos proponemos.
Este es un espacio de mucha potencia, justamente, por que tenemos estas herramientas conceptuales del esquizoanálisis, sobre todo las planteadas por Guattari en tanto que propuestas más concretas, dejando planteado un pensamiento ecosófico, micropolítico, y porque además, nos une las ganas de producir, de crear, de inventar otros modos posibles de existencia, de reflexionar sobre cómo queremos vivir, de superarnos como humanidad, siempre, ya que no es una tarea que tenga UN fin, sino, que es justamente, procesual, es un movimiento al que adherimos, y esto el esquizoanálisis lo motiva por todos…
Nuestra sociedad está lejos aún de ser lo que puede ser, todavía no sabemos lo que podemos llegar a producir, y ese es el desafío, y lo es porque también estamos viviendo una época en la cual se ha disparado como nunca la producción tecnológica, el consumismo, las problemáticas sociales en general, parece que todo se está cayendo a pedazos, bajo la apariencia de que el capitalismo funciona, desde mi punto de vista, está lejos de ser funcional, o quizás, lo es, para una minoría y eso no deberíamos aceptarlo tan pasivamente.

¿Por qué entonces relaciono la ecosofía con el Movimiento Zeitgeist?

El Movimiento Zeitgeist, es un movimiento de emancipación humana, que surge como emergente cultural, a partir de la necesidad de devolverle a la sociedad lo que de ella ve, en base a análisis sociales-históricos, económicos, políticos, filosóficos basados en el conocimiento científico. La idea es visualizar cómo funciona el sistema monetario, cómo se organiza la sociedad, en qué paradigma se sustenta, cual es el “clima o espíritu cultural” de la época; con este principal objetivo, se crean grupos en todo el mundo que no dependen de ninguna organización estatal ni oficial o institución formal, para por un lado crear lo que llamamos “masa crítica” o sea, que la gente sepa lo que está pasando y pueda tener herramientas para pensar críticamente, y por el otro, trabajar y crear proyectos, actividades y espacios que apunten a inventar, crear, gestionar, alternativas a los problemas humanos, de infraestructura social, etc.; esta modificación será en función de las necesidades humanas (alimentación, refugio, salud, amor etc.) fundamentalmente, y que se sustentan en el pensamiento, la razón, el conocimiento aportado por la ciencia, la tecnología, y el arte.
Ni racionalista, ni existencialista. Propone un sistema alternativo al que conocemos hoy, llamado economía basada en recursos. Es un pensamiento ecológico, ya que lo que se propone es que nuestras sociedades se organicen en base a criterios tales como: ciencia aplicada al cambio social para posibilitar la sustentabilidad, cuidar el medio ambiente, mejorar la calidad de vida, respetando el entorno y la naturaleza, ya que somos un solo organismo. Se propone otro sistema, que dejaría obsoleto al actual, que desde nuestro punto de vista ya lo está, solo que como plantea Guattari, sobrevive en base a sus propias axiomáticas, que parecen capturar todo, codificar todo, parece que no hubiera otra forma posible de organizarnos como sociedad, el sistema nos sonríe y nos dice “todo lo que quieres yo puedo dártelo” pero eso que nos da, es lo que nos tiene de alguna manera, presos y adictos a cosas materiales innecesarias por ejemplo, pero esto lejos de ser un sueño hecho realidad, es un engaño ya que el único cometido es que algunos pocos se enriquezcan y mantengan sus lugares de poder, lo que nos violenta a todos, diariamente, porque ni siquiera parece que podamos elegir. Todo es acumulación de capital, el dinero es el nuevo Dios humano. Todo es comercializable, hasta la espiritualidad.

Entonces, este es un movimiento que propone la modificación de la estructura social y de la relación del hombre con la naturaleza y de los hombres entre sí, a través del método científico para la toma de decisiones, para progresar hacia un tipo de sociedad donde su organización y sus modos de funcionamiento, sean en función de las necesidades humanas vitales que permitan desplegar la potencia que todos tenemos, la cual es incalculable, impredecible, no podemos saber cuánto puede un cuerpo, si las condiciones son más limitantes que habilitantes. Por lo tanto, si pensamos ecosóficamente  lo que tenemos que pensar es cómo modificar las condiciones actuales y como integrar el arte, la ciencia y la tecnología a estos fines. Lo que hay que modificar, de manera progresiva, es el paradigma socio-económico actual que condiciona la producción de subjetividad y crea humanos adictos al sistema en que viven, al consumo de bienes para nada necesarios perdiendo la conciencia respecto de las consecuencias que esta relación con el consumo trae ya que lo que importa es la ganancia monetaria. 
El problema es que parece que no se da otra posibilidad de crear algo nuevo, todo empuja hacia la conformidad, la repetición, la aceptación pasiva, los falsos principios lógicos que rigen, y digo falsos porque pareciera que van en contra de la felicidad, del bienestar, que es para mi, encontrar esa sensación de plenitud de sentirse vivos, de poder elegir cómo vivir sobre la base real de nuestras necesidades.
Este sistema parece recortar esa posibilidad, es muy difícil que las personas en general se sientan plenas, conformes con sus vidas. Esto es algo a revisar permanentemente, cuestionarnos todo en este punto es muy necesario, no al punto de generar una especie de paranoia persecutoria y correr el peligro de encerrarnos en nosotros mismos y que el odio no permita ver más allá de los errores humanos, sino que hay que ver ¿qué esquemas mentales tengo naturalizados? ¿Qué me enseñaron en la escuela, en el liceo, en mi casa, en la tele? ¿Por qué me trasmitieron tales y cuales valores? ¿De dónde vienen esos valores? ¿Por qué existe el estado? ¿Cuál es su función? ¿Quién inventó estas ideas? ¿Quienes fundaron estas instituciones y cuál es su historia? ¿Cómo es el funcionamiento del sistema capitalista? ¿Es posible una sociedad que no se base en el dinero, la pobreza y la guerra?
Es fundamental cuestionarse todo, y pensar que podemos hacer para ir progresivamente modificando el paradigma social actual, y eso no solo tiene que ver con movimientos emancipatorios como el MZ, sino que también concierne y mucho a la psicología y su práctica clínica, y lo que hacemos en el CFG.

En líneas generales, lo que quiero trasmitir es la importancia de crear grupos autogestionados y productivos, con objetivos, ideas, actividades concretas, que apunten a la desnaturalización de los aspectos instituidos de nuestras sociedades, estilos de vida, moral, valores, estratificación social, violencia, control, todo lo que conforma nuestra cultura, sistema político, económico, etc. Los imperativos dominantes en general.

Las viejas formas de resistencia y lucha, también quedaron obsoletas, por eso se propone una forma pacífica de resistir al sistema y también crear espacios para proponer alternativas, pensar soluciones, experimentar otros modos posibles de ser, de estar, de vincularse. Ser parte activa de la sociedad de la que somos parte, cada grupo, demuestra la potencia que tiene el ser humano por la superación de sí mismo, con fines no egoístas, sino vitales, que buscan generar nuevas condiciones, sin esperar que alguien lo haga por uno, en esa especie de dependencia de un sistema impuesto, donde repetimos y repetimos lo que se supone que hay que sostener,  ni hacerlo con fines meramente individuales, somos uno con otros, el yo, el sí mismo no es independiente de su entorno, de las conexiones que se producen, etc.

Como reflexión final quería compartir que hoy me muevo porque tengo la posibilidad, porque puedo, es una elección pero también es un motor que me mueve a hacerlo concientemente y también es inexplicable como llegué a esto; porque no acepto pasivamente lo que me viene dado, es parte de un estilo de vida también, que tiene que ver con lo que soy y los caminos y aprendizajes transitados y adquiridos, soy conciente que la humanidad ha generado consecuencias devastadoras para el medio ambiente, que no estoy de acuerdo con cómo nos organizamos y cómo sufrimos, y fundamentalmente, la crueldad con nosotros mismos, por el mismo sistema perverso que hemos creado, y que hoy, miles, ya no queremos sostener más.
Es importante agruparse y pensar qué hacer, siempre está, esa es en parte, la libertad que siempre estamos buscando, y que está ahí, y para mi es ese “hay que hacerlo” que no siempre surge, porque es de otra manera que nos han educado, durante generaciones. Por eso decía hoy “la libertad es creación”, y somos libres de crear cuanto queramos, y para eso, mientras más seamos mejor, más pensemos, nos agrupemos, nos movamos por lo que nos parece que hay que transformar, mucho mejor.

El CFG tiene hoy este desafío, el de crear un colectivo de producción deseante, que lleve adelante las tareas del esquizoanálisis, no venimos a consumir conocimiento porque pago la cuota, y si es así, tendríamos que replantearnos para qué estamos acá. No olvidemos: autogestión y autoanálisis son necesarios para que esto sea posible, y que nuestro colectivo despliegue toda su potencia.

Voy a terminar leyendo tres citas para dejar abierta la reflexión, una del Antiedipo y dos de Micropolítica, al respecto de lo que vengo desarrollando:

“Una conspiración que conjuga el arte y la ciencia supone una ruptura de todas nuestras instituciones y un trastrocamiento total de los medios de producción... Si alguna conspiración, según el deseo de Nietzsche, debía conjurar la ciencia y el arte con fines no menos sospechosos, la sociedad industrial parecería hacerla fracasar de antemano por la índole de puesta en escena que ofrece de ellas, so pena de sufrir efectivamente lo que esta conspiración le reserva: el estallido de las estructuras institucionales que la recubren en una pluralidad de esferas experimentales que revelan por fin el rostro auténtico de la modernidad — fase última a la que Nietzsche veía que se dirigía la evolución de las sociedades. En esta perspectiva, el arte y la ciencia surgirían entonces como éstas formaciones soberanas, sobre las que Nietzsche decía que formaban el objeto de su contra-sociología — el arte y la ciencia estableciéndose en tanto que potencias dominantes, sobre las ruinas de las instituciones” (Deleuze, G. Guattari F. El Antiedipo, P 378)


“Todas estas cuestiones de la economía colectiva del deseo dejan de parecer utópicas a partir del momento en el que dejamos de considerar la producción de subjetividad como un caso particular de superestructura, dependiente de las pesadas estructuras de producción de las relaciones sociales; a partir del momento en el que consideramos la producción de subjetividad como materia prima de la evolución de las fuerzas productivas en sus formas más «desarrolladas» (los sectores de vanguardia de la industria). La materia prima del propio movimiento que anima la actual crisis mundial, esa especie de voluntad de potencia productiva que revoluciona la propia producción a través de las revoluciones científicas y biológicas, a través de la incorporación masiva de la telemática, de la informática y de la ciencia de los robots, a través del peso cada vez mayor de los equipamientos colectivos y de los medios de comunicación de masas.”
(Guattari, F. Rolnik, S. Micropolítica: cartografías del deseo. P 40)

”Tales mutaciones de la subjetividad no funcionan sólo en el registro de las ideologías, sino en el propio corazón de los individuos, en su manera de percibir el mundo, de articularse con el tejido urbano, con los procesos maquínicos del trabajo y con el orden social que soporta esas fuerzas productivas. Si eso es verdad, no es utópico considerar que una revolución, una transformación a nivel macropolítico y macrosocial, concierne también a la producción de subjetividad, lo que deberá ser tomado en cuenta por los movimientos de emancipación.”
(Guattari, F. Rolnik, S. Micropolítica: cartografías del deseo. P 41)











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