Un buen dios para movimientos geológicos
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1
Siendo
la pedagogía, en sentido propio, la ciencia que tiene por objeto la reflexión
sobre la educación y la enseñanza, como así 
también, el logro de métodos, medios y modos para lograr una mejor
comprensión de los proceso pedagógicos que apuntan a que el individuo descubra
por sí  mismo su “libertad interior,” el
presente  trabajo tiene por objetivo
iniciarnos en la reflexión de los procesos pedagógicos desde una perspectiva
cuyo método de acción es la deconstrucción. 
 A lo largo del tiempo se han sucedido  diversos 
modos de entender la enseñanza. 
Algunos  han logrado dar respuesta
a los planteos e  interrogantes que le
suscitaba su tiempo  y desplegaron todo
un aparato conceptual que les permitió  
constituirse como escuelas; otros, 
por el contrario, han sido  muy
levemente tomados en cuenta a pesar de la profundidad y pureza  de sus razones, tal es el caso del: Emilio 
o de la educación de Jean Jacques Rousseau, obra en la cual,   se encontrará un impulso hacia la
purificación y otro hacia la prosecución [1],
 así como también,  un llamado constante al corazón  y un frecuente freno a la razón[2].
La manifestación de la alegría, el desbordamiento vital,  la expresión del dolor, del pesimismo y de la
amargura,  impregnan sus páginas de
un  lirismo que se fundirá en una
amalgama de idealismo- lirico. Holderling en 
La vocación del poeta escribe: El hombre, cuando debe, permanecer sin
miedo y solo, ante Dios. Su candor le protege. No necesita ni armas, ni tretas,
hasta el momento en que la ausencia de Dios le ayuda.     
Con
esto  nos iniciamos en lo que pretende
ser una tentativa de reflexión acerca del “arte de enseñar” en vista de lograr  la apertura de una nueva dimensión de
enseñanza que escape a la modalidad paradigmática o lógica- científica que
caracteriza al  sistema matemático  que se fundamenta en la  descripción y explicación; categorización y
conceptualización. De esto resulta y en 
contra del imperio de   esta lógica
logicista, (a veces se ha dicho  que los
teoremas de incompletitud de Gödel  introducían en la fundamentación de las
matemáticas una nueva técnica de análisis que es comparable en fecundidad al
poder del método algebraico introducido por Descartes ),   que la apertura  de un 
nuevo plano en el terreno de la enseñanza  puede brindarnos un nuevo modo de ordenar la
experiencia y construir realidades en beneficio de la  individuación de la subjetividad de los
educando. En este sentido pretendemos desechar el ordenamiento meticuloso de
esta representación discursiva que caracteriza a nuestro actual discurso
educativo  y reemplazarla  por el desorden ordenado de la representación
afín de  que la   subjetividad de los individuos  no se encuentre apresada en la antigua y
actual dimensión del ideal  matemático
que caracteriza aun en nuestros días el modo de enseñar y que cuenta con toda
una gama de   procedimientos para homogenizar  y hacer pre-visibles los deseos.  Sabemos desde tiempos  de Aristóteles que: “todos los hombres, por naturaleza, desean conocer. Prueba de ello es
el deleite que causa las sensaciones, pues, al margen de su utilidad, nos
deleitan por sí mismas; y, por encima de todas, la sensación visual.”[3]
  
El entendimiento, (la facultad que
tenemos de producir nosotros mismos representaciones  o la espontaneidad del conocimiento), se
encuentra parcelado en facultades modulares como la razón, la voluntad, la
afectividad. La imaginación también proviene del entendimiento  y es la que otorga sentido  a la experiencia gracias a la articulación de
componentes emocionales, racionales e imaginativos. En pocas palabras es el
pensamiento del hombre, en tanto, modo finito; y sin embargo es idea y
fragmento del mundo infinito. El desarrollo de esta facultad  sobre una gama de registros prácticos y
expresivos pueden despertar en el individuo aquellas facultades interiorizadas
que le permitirían construir sus propios tipos de referencia practica y
teóricas, sin permanecer en una  posición
de dependencia pasiva, permitiendo a su vez, que el individuo se convierta en
un sujeto de creación y ruptura[4],
además de un agente intencional del desarrollo social. Por lo dicho otorgamos a
la imaginación un papel preponderante en esto que pretende ser un deslinde de
ideas dentro del terreno de la práctica pedagógica.
En su libro Realidad mental y mundos posibles, 
Jerome Bruner  nos advierte
que la ciencia cognitiva se ha centrado demasiado en los aspectos sistemáticos
y lógicos de la actividad mental y por ello no ha podido captar otros
mecanismos decisivos para los actos humanos como la facultad a la que hacíamos
referencia anteriormente (la imaginación) aduciendo que : la modalidad paradigmática trata de trascender lo particular buscando
niveles de abstracción  cada vez más
altos, y al final rechaza en teoría todo valor explicativo en el que intervenga
lo particular. La lógica está desprovista de sentimiento: uno va donde lo
llevan sus premisas, conclusiones y observaciones[5] .
 Estos aspectos sistemáticos y lógicos que
obedecen a la modalidad paradigmática o lógica-científica de la mente  serán desestimados por él en beneficio de la aplicación imaginativa de la modalidad narrativa,
la cual se ocupa de las intenciones y acciones humanas y de las vicisitudes que
marcan su transcurso. La aplicación imaginativa
de la  modalidad paradigmática da como
resultado una teoría sólida, un análisis preciso, una prueba lógica,
argumentaciones firmes y descubrimientos empíricos guiados por una hipótesis
razonada. No obstante, la imaginación (o intuición) paradigmática no es igual a
la imaginación del poeta o novelista. En cambio, es la capacidad de ver
conexiones formales posibles antes de poder probarlas de cualquier modo formal[6]
 Entonces: la
verdad de idealidades lógicas; el
bien de la voluntad moral; la ley del
espacio público; el capital de cambio;
la belleza del dominio estético; pueden
ser entendidas como esferas de valor cuyo recorte de trascendencia devendrá en
una individuación de la subjetividad que permitirá remodelar los esquemas de
conocimiento, extendiéndose sobre el dominio del percepto y el afecto estético[7].
A estos efectos y continuando con los aportes teóricos de quien supo ser unos
de los  artífices de la revolución
cognitiva – Bruner-  propone una lógica
semejante a la de una trama narrativa. Como sabemos la trama es la manera y el
orden de llegar a saber lo que sucedió en el relato. Un relato puede contarse
en una secuencia diferente lo que significa 
que la estructura básica común del cuento  se organiza en diferentes secuencias  y no por eso pierde su significado. Para
Barthes interpretar un texto no es darle un sentido sino por el contrario
apreciar la pluralidad de que está  hecho
este texto. El texto escribible somos
nosotros en el momento de escribir…
 Bruner se valdrá para esta tarea de los
trabajo realizados por  Michotte sobre la
irreductibilidad de la causalidad  como
categoría mental en el sentido kantiano. A su vez entenderá el concepto de
INTENCION tanto como lo hizo Kant con el concepto de CAUSALIDAD. Con ello
Bruner pretende un efecto de des-acostumbramiento y sorpresa alterando la
organización- espacio temporal en la secuencia de contenidos.
Ya hemos dicho que Bruner en Realidad metal y mundos posibles, nos
presenta, a expensas de no perder la rica diversidad que encierra el
pensamiento,  dos modalidades de
pensamiento. La primera relacionada con los aspectos   lógicos - 
 formales  de los procesos mentales  y otro denominado por él como la  Modalidad
narrativa de la mente  cuya
aplicación imaginativa produce buenos relatos, obras dramáticas, crónicas e
historias creíbles. Es así que esta nueva orientación propuesta por Bruner, nos
brinda  nuevos modos  de ordenar la experiencia y de construir
realidades en un lugar  poblado de múltiples
diferencias y  que por tal no tiene una
relación idéntica con el sentido  ya
que   obedecen a distintos sistemas de signos.
Hablamos del aula.
II
 El aula es el espacio donde se lleva a cabo el
evento de enseñar. Ella también forma parte de la práctica educativa. Al
iniciar nuestro trabajo hacíamos referencia a la deconstrucción emblema de la
filosofía de de Jacques Derrida para quien un texto siempre es heterogéneo  lo que permite que pueda ser analizado
mediante la conexión de distintos niveles de análisis, sean  filosóficos, literarios, psicoanalíticos,
políticos  e inclusive arquitectónicos.
 La disposición espacial no es un dato menor
que se deba desestimar a la hora de reflexionar sobre la práctica pedagógica  ya que es el lugar donde se desarrollan los
procesos de enseñanza aprendizaje. El aula 
también  forma parte del hipertexto
de la educación. Así desde nuestra  perspectiva de análisis deconstructivista  el afuera también es el adentro lo cual nos
permite   optar por dos estrategia de acción sobre el
terreno de la práctica educativa: 1)- intentar la deconstrucción  sin cambiar de terreno, repitiendo lo
implícito de los conceptos fundadores y de la problemática original, o 2)-
decidir   cambiar el terreno de manera
discontinua e irruptiva, instalándonos brutalmente fuera y afirmando la ruptura
y las diferencias absolutas. La simple práctica de la lengua reinstala sin
cesar el nuevo terreno sobre el más viejo suelo. La malicia del lenguaje hace del Condicional una forma del deseo más
fuerte que la del Indicativo Presente que es modo de demanda. Entre, el
dentro y fuera del texto, hay que encontrar otra distribución del espacio y de
lo enunciado en el.  Corolario: La educación es el problema más grande y más
difícil que se le pueda plantear al hombre.
 De todo lo dicho resulta que
APRENDER   supone en primer lugar, considerar una
materia, un objeto, un ser como si emitiera signos por descifrar, por
interpretar. No se llega a medico más que haciéndose sensible a los signos de
la enfermedad. Todo aquello que nos enseña algo emite signos, todo acto de
aprender es una interpretación de signos o de jeroglíficos que se presentan
como la exploración de los diferentes mundos de signos que se organizan en círculo.
Del mismo modo a como se lleve esta exploración  corresponde explorar, de igual manera, los
tres planos sobre los que se construye la Crítica
que son: la sensibilidad, el entendimiento, y la razón. Tres planos que
obedecen a los vastos e insondables dominios de La razón pura…
La
redacción del último verso, tras los otros dos resulta oscura: “ya no es la presencia de Dios sino la
ausencia de Dios la que tranquiliza al hombre.” Es extraño pero cierto nos  confiesa Fritz Lang. 
Notas:
1Acción y
efecto de proseguir
2 Jacques Derrida en, de la gramatología, libro fundacional de la deconstrucción escribe:
“La “racionalidad” – tal vez sería necesario abandonar esta palabra, por la
razón que aparecerá al final  de esta
frase – que dirige la escritura así ampliada y radicalizada, ya no surge  de un logos e inaugura la destrucción, no la
demolición  sino la des- sedimentación,
la deconstrucción  de todas las significaciones  que tienen su fuente en este logos.” (de la gramatología. Página 16)
3Aristóteles, Metafísica  980ª
4Félix Guattari. El nuevo paradigma. [1]
6 Jerome
Bruner, Realidad mental y mundos posibles. Los
actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia. Editorial gedisa.
7 Félix
Guattari en, El nuevo paradigma estético,
nos habla del arte en  sentido de
capacidad de invención capaz de lograr una invención de coordenadas mutantes.
Este nuevo paradigma se orienta a la capacidad del individuo de autoafirmarse
como foco existencial, como maquina autopoiética. “El nuevo paradigma estético
tiene implicancia  ético-políticas porque
hablar de creación es hablar de responsabilidad de la instancia creadora
respecto de la cosa creada, inflexión de estado de cosas, bifurcación más allá
de los esquemas preestablecido “(El nuevo
paradigma estético. Página 84)
 8 La crítica
a la razón pura de Immanuel Kant  no
es  una teoría del conocimiento  físico-matemático en sentido estricto. Una
exposición detallada se  encuentra  en el curso dictado por Martin Heidegger
durante el semestre  de invierno de
1927-28  en la universidad de Friburgo de
Brisgovia. Allí desmiente a quienes interpretan la crítica a la razón pura  como una teoría de la experiencia  y más aun como una teoría de las ciencias
positivas. Afirmando que: “quienes así lo hacen desconocen por completo la
intención de esta obra.  La critica a la
razón pura no tiene nada que ver con la teoría del conocimiento.”  Kant en ella escribe: “El conocimiento humano
tiene dos orígenes  y que tal vez ambos
procedan de una raíz común  desconocida
para nosotros; estos son: la sensibilidad y el entendimiento.”
Pablo
Zerbatto
 
 
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